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Carta 5 de diciembre

  5 diciembre 2023   Queridas hijas mías:   El rencor nunca será bueno, destroza el alma. No dejen que crezca en ustedes, no permitan que otros las llenen de pesares y odios. Mi corazón las espera siempre, en él no hay tiempo, y el día que ustedes lo decidan serán recibidas, abrazadas. Siempre. Me tardé en escribirles porque estuve fuera unos días. Los viajes siempre alimentan el alma. El lunes de la semana pasada fui a un concierto de música medieval cerca de la cineteca, estuvo maravilloso, la vocalista del grupo cantaba espectacular. Recordé cuando una vez fuimos al ex Convento de Churubusco y había un grupo coral cantando, Ximenita se asombró de que las voces parecieran instrumentos musicales. Nunca olvidaré su expresión de asombro. En diciembre saldremos de vacaciones con sus tíos, como la vez que fuimos a Palenque. Espero que ustedes también disfruten mucho a donde vayan. La vida continúa. Por favor, que no pase por ustedes desapercibida. Las amo con todo mi corazón y

Carta 25 septiembre 2023

  Hijitas mías: ¿Cómo comenzó el curso escolar? ¿Tienen nuevos amigos? ¿Les entregaron sus nuevos libros de texto? Esto último ha sido un relajo y espero que puedan encontrar otros apoyos para su educación, porque estos libros están muy mal elaborados e ideologizados. Ximenita ¿cómo te fue en la ceremonia del 16 de septiembre? Te imagino marchando y dando las órdenes con gran elegancia. Natita: ¿cómo son las ceremonias en tu escuela? ¿Tienen uniforme de gala? Ha hecho mucho calor últimamente y salir al sol requiere de valor, sombrero y sombrilla, con decirles que el aire acondicionado del auto no enfría mucho con estas temperaturas. Ya veremos cómo nos va en invierno. Les cuento que en la UNAM habrá cambio de rector y las cosas se politizan mucho y con el inicio de las campañas políticas él ambiente está polarizado y se respiran los aires de cambio. ¿Han leído Momo? Se las recomiendo mucho, la escribió Michel Ende. Es una novela pequeña, casi como un cuento largo y se lee muy

Carta 3 de agosto

 Mis hijas lindas, mis preciosas niñas:   No sé cómo nombrar estos días, estas horas, estos minutos. Me he dado cuenta de algo: que he de cargar, tan en silencio, este no saber nombrar el tiempo. Han pasado los meses y se han vuelto años y en su corazón se anida un no sé qué, un dolor y nos quejamos porque duele y no debería. Es sencillo, los días se volverán minutos y las horas meses y los segundos años. El reloj de la pared irá subiendo el volumen de sus manecillas hasta tumbar los muros y ya no habrá casa ni mundo. Las manecillas del reloj son ruidosas y fuertes, se parecen a los pasos de Xime cuando marcha y a los puños bien cerrados de Natalia. Me gustaría decir que se detiene el tiempo, pero mentiría. Porque no sé si sus ojos se pasearán por estas letras, no lo sé, lo imagino, que vuelan a sus pupilas y viajan hasta el corazón y se dan cuenta del tiempo y los latidos se aceleran y se liberan. Pero es mi necedad y mi delirio y mi querer saber que no soy el único que escucha

carta 31 de julio de 2023

  Hijazas de mis vidazas:   ¿En dónde pasan sus vacaciones? Yo he comenzado actividades en la UNAM y hay muchos proyectos que trabajar porque hubo cambio en la coordinación del taller y están dando más apertura a propuestas de trabajo. Me contó su abuelita Lupita que le dieron un abrazo y eso me alegró mucho, no dejen de visitarlos al menos desde afuera y abrazarlos, porque, y en esto como en otras cosas, no dejaré de insistir, sus abuelos los quieren mucho y no es justo que aquello que sientan hacia mí lo extiendan a sus abuelos que lo único que les han dado, y lo seguirán haciendo, es cariño y amor. Hijas mías, quiero que sepan que estoy para ustedes y que lo que necesiten me lo hagan saber directamente, ya sea que me manden un mensaje de voz o una carta. Si es algo material y tengo la posibilidad de apoyarlas, con todo gusto lo haré. Les he dejado de escribir por whats y he preferido la carta porque al menos así se que mis palabras llegan a la puerta de su casa. Hace año y med

Carta 18 de julio 2023

  Hijazas de mis vidazas:   Soñé con ustedes. Viajaban en una camioneta que manejaba su tía y yo estaba cerca del estacionamiento y las veía y saludaba con la mano. Natalia bajaba de la camioneta y se acercaba a darme un abrazo y estaba muy alta, como de más de dos metros y se tenía que agachar para que pudiera abrazarla del cuello ¡Cuánto has crecido hija! Y se regresaba a la camioneta y se iban. Y me desperté y volví a soñar con ustedes muchas veces más. Las extraño. Ximenita ¡estás en la escolta! ¡Qué orgulloso estoy de ti! Y además serás la sargento ¡qué guapa te ves con tu uniforme de gala! Y Naty muy aplicada en sus materias ¡también me siento muy orgulloso de ti! Esta semana terminan mis vacaciones, cuando las de ustedes apenas comienzan. No me gusta este nuevo calendario de clases, sobre todo porque ustedes tienen muy pocas vacaciones. Aquí ha llovido poco, abuelita Chelita ha estado mal de su cuello y le duele mucho, les manda muchos saludos. Hace unas semanas fui

Carta 5 de julio 23

Hola hijitas mías. ¿Cómo están? En estos casi dos años han de haber crecido y crecido y serán ya todas unas señoritas. Acá las cosas van bien, Memo se fue a vivir a un departamento que le compró su mamá y el hámster que tenía como mascota se murió hace como tres meses. Yo les escribo de vez en vez en el WhatsApp aunque no me contesten, su mamá me dijo que ustedes le había pedido que ya no les escribiera, pero eso es imposible, les escribo poco para que no se sientan incómodas. Las pienso todos los días y las sueño muchas veces. En mis sueños aparecen pequeñitas y jugamos a luchitas y yo hago el cangrejo. A veces me dejan que les de besos y abrazos, allí les recuerdo que las amo con todo mi corazón y repetimos las frases que tanto jugamos y ustedes las repiten como si no hubiera pasado el tiempo. Las extraño mucho y espero que pronto estén listas para que podamos vernos. A veces creo que, si pasa más tiempo, seremos extraños que tienen que volver a conocerse, aunque en mi corazón siem
Hijitas mías, mi corazón está con ustedes. Hoy volv ieron a aparecer en mis sueños, las veo pequeñitas, tal y como están grabadas en mi corazón. Pero ya crecieron y espero que su corazón esté lleno de alegría y ánimo. Ojalá podamos vernos pronto, ojalá Dios nos conceda esa oportunidad. Las amo siempre, siempre.